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Conmemorando a abuelos muy queridos en Honduras

En celebración al "Día de los Abuelos"

El 26 de julio, se celebra el Día de los Abuelos y varios miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Honduras, compartieron sus sentimientos y recuerdos de sus abuelitos.

Los abuelos Amparito y Luis Merlo, de San Pedro Sula son muy queridos por sus nietos:

     
                                                                                                                                                                                                                                                                                  

“Luis y Amparito son los mejores abuelos que un nieto podría tener. Siempre les apoyan en sus actividades y eventos especiales, entre ellos sus presentaciones de baile, graduaciones y actividades de la Iglesia. También disfrutan salir a comer para celebrar sus logros académicos. Para sus cumpleaños siempre puedes esperar su llamada temprano para cantar ‘las mañanitas’, y si no tienes quien los cuide para cumplir algún compromiso ellos siempre están disponibles.” – Sofía Alegría.

La abuela Guadalupe, de Comayagüela fue alguien muy talentosa y dejo un gran legado a sus nietos:

     
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   

“Mi abuela Guadalupe era una maestra de las de antaño, que tenían miles de talentos y sabía hacer de todo. Ella componía canciones, se inventaba juegos y hasta pintaba. Pero lo más importante, aún más que sus talentos, fue su fidelidad en la Iglesia. Siendo de los primeros miembros de la Iglesia en Tegucigalpa, se mantuvo fiel y enseñó a sus hijas a hacer lo mismo.” – Elias Sierra.

La abuela Marina Hernández, de Santa Bárbara, quien ahora reside en Tegucigalpa es otra abuela muy querida:

 
                                 

“Mi abuela Marina, tuvo 5 hijas, 11 nietos y 2 bisnietas, siempre se ha esforzado por enseñar el Evangelio verdadero de Jesucristo, la importancia de las familias unidas y eternas a sus hijas y nietos. Recuerdo una ocasión cuando era niña, me encontraba mal de salud, recuerdo ver a mi abuelita de rodillas en la cama pidiéndole al Padre Celestial que mi salud mejorara pronto, ese acto de fe de mi abuela marcó mi vida, su amor por mí era muy grande.” -Nicolle Euceda.

La abuela Mercedes Rodríguez, de Tegucigalpa, 93 años quien ha conocido su cuarta generación:

                                                 

“Los recuerdos de la abuelita Mercedes son imborrables, recuerdo una infancia llena de amor, aceptación y complicidad… dejaron una huella marcada en el alma de sus nietos; pues su amor es tan profundo e incondicional que no pueden evitar demostrarlo y lo hacen de todas las formas posibles.” -Leticia Castellón.

La abuela Carlota Zavala es una abuela con muchas habilidades en la cocina:

                                              

“Nuestra abuela Carlota, nos sentimos sumamente bendecidos de llamarla abuela, aunque realmente ha sido una madre para cada uno de nosotros, llenando nuestra vida de amor desde nuestro nacimiento hasta el día de hoy. Damos gracias a Dios por celebrar este día teniéndola aún con nosotros, disfrutando de sus incomparables 'bocaditos' que la distinguen tanto y de su afecto singular e incondicional; pero principalmente nos sentimos tan agradecidos por su ejemplo de amor perfecto y fidelidad al Señor al ponerlo en primer lugar en su vida y demostrándolo al servicio de otros.” -Luis Flores Merlo.

De esta forma hay muchos más abuelos miembros de la Iglesia, fieles seguidores de Jesucristo quienes les han dejado a sus hijos y nietos el ejemplo de amor, servicio y devoción.

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